Vaya la que ha montado el Tribunal de Estrasburgo. Ha puesto en pié de guerra a la Asociación de Víctimas del Terrorismo y nos ha tocado la fibra, por no decir huevos, a la inmensa mayoría de la población española. Asesinos que podrán cruzarse con los familiares a los que se les arrebató la vida con un cobarde tiro por la espalda o en la sien, directamente.
Explicaré, básicamente, en que consiste esta «doctrina»: La doctrina Parot es el nombre habitual con el que se conoce la jurisprudencia establecida a partir de la sentencia del Tribunal Supremo de España del 28 de febrero de 2006 (resolución a un recurso presentado por Henri Parot, miembro de la organización terrorista ETA) por la cual la reducción de penas por beneficios penitenciarios (trabajo, estudios,…) se aplica respecto de cada una de ellas individualmente y no sobre el máximo legal permitido de permanencia en prisión que, según el ya derogado Código Penal de 1973, es de 30 años. Esta doctrina fue modificada en 2008 solo parcialmente por el Tribunal Constitucional de España en la conocida como doctrina del doble cómputo penal. Lo que muchos no entienden, servidor incluido, es cómo Parot sigue entre rejas. No obstante me alegro de que este «hijo de mala madre» siga entre rejas.
La doctrina Parot interpretó y aclaró el código penal vigente, y no con carácter retroactivo, relativo a penas de años por muerte aunque fuesen varios muertos en un mismo acto; lógicamente para mantener más tiempo en la cárcel a los terroristas.
Efectivamente, el Tribunal de Estrasburgo sentencia sobre la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras, que lamentablemente benefician a estos asesinos múltiples, puesto que es lo que ellos han recurrido.
Entiendo que hay, como todos sabemos, procedimientos legales para recurrir esta sentencia en España, ya que la de Estrasburgo no es recurrible, en cuanto a la interpretación del código penal y no la irretroactividad de las sanciones. Menudo gol legal nos han metido, parecemos nuevos en esto. Pero, esto es España. ¡Ya está bien de bailarles el agua a esta justicia miserable!
¿Qué daños colaterales puede tener esta ley? Pues la del Talión, el ojo por ojo.
Los que han vivido en primera persona las maldades, perversidades, protervias o infamias de estos asesinos se manifestaron en la capital de España para tratar de que Estrasburgo les escuchara. Lo que más pena me dio fue ver a políticos, no importa si de derechas o de izquierdas, apoyando a las víctimas, sobre todo del grupo que gobierna la nación. Vieron que les podría servir de publicidad gratuita para campear un temporal que se me antoja que seguirá azotando a la nación. Salud.
José Manuel Penadés/ @josepenades
ALICANTE OPINIÓN 